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Agujetas Musculares: Causas, Alivio y Mitos

Agujetas musculares

¿Qué son las agujetas?

Las agujetas son dolores musculares que aparecen después de hacer ejercicio intenso o poco común. También conocidas como dolor muscular de aparición tardía o DOMS por sus siglas en inglés (Delayed Onset Muscle Soreness), ocurren debido a pequeños desgarros en las fibras musculares durante el ejercicio. Estos desgarros provocan inflamación y dolor en los músculos afectados. El dolor suele aparecer 24 a 48 horas después del ejercicio y puede durar varios días.

Mitos Sobre las Agujetas

Mito: Las agujetas son causadas por la acumulación de ácido láctico en los músculos.

Verdad: Anteriormente se creía que el ácido láctico era responsable de las agujetas, pero estudios más recientes han demostrado que no es la causa principal. Las agujetas se deben a pequeños desgarros en las fibras musculares y la inflamación resultante.


Mito: Estirarse antes del ejercicio previene las agujetas.

Verdad: El estiramiento estático antes del ejercicio no ha demostrado ser efectivo para prevenir las agujetas. Sin embargo, el calentamiento adecuado y el estiramiento dinámico pueden ayudar a preparar los músculos para la actividad física y reducir el riesgo de lesiones.


Mito: Si no sientes agujetas, no estás haciendo ejercicio lo suficientemente intenso.

Verdad: Las agujetas no son un indicador confiable de la efectividad del ejercicio. La ausencia de agujetas no significa que tu entrenamiento no sea efectivo. La adaptación y el fortalecimiento muscular pueden ocurrir sin necesariamente experimentar agujetas.


Mito: La única forma de aliviar las agujetas es descansar completamente.

Verdad: El descanso es importante para permitir que los músculos se reparen, pero la actividad física de intensidad moderada, como caminar suavemente o hacer ejercicios de bajo impacto, puede ayudar a aliviar las agujetas y acelerar la recuperación. Además, técnicas como masajes suaves, aplicar calor o frío y estiramientos suaves también pueden proporcionar alivio.



Mito: Tener agujetas adelgaza.

Verdad: Las agujetas son el resultado de microlesiones en las fibras musculares debido a la actividad física intensa o a un movimiento al que el cuerpo no está acostumbrado. Aunque es cierto que el ejercicio puede ayudar en la pérdida de peso al aumentar el gasto calórico y mejorar la composición corporal, el hecho de tener agujetas en sí mismo no es un indicador directo de pérdida de peso. La sensación de agujetas está relacionada con la adaptación muscular y puede ocurrir incluso en personas que ya están en un rango de peso saludable.

La pérdida de peso está determinada por un balance entre el consumo de calorías (a través de la dieta) y el gasto calórico (a través del metabolismo basal y la actividad física). Si bien el ejercicio puede contribuir a este proceso, la cantidad de calorías quemadas durante el ejercicio generalmente no es suficiente para causar una pérdida significativa de peso por sí sola. Además, la relación entre tener agujetas y la cantidad de calorías quemadas puede variar dependiendo del tipo de ejercicio y de la intensidad.


Mito: Las agujetas solo ocurren en personas no entrenadas.

Verdad: Si bien es más común experimentar agujetas al comenzar un nuevo programa de ejercicios o realizar actividades a las que no estás acostumbrado, incluso las personas entrenadas y atléticas pueden experimentar agujetas después de realizar ejercicios intensos o novedosos para ellos.


Cómo quitar las agujetas

  1. Descanso: Permite que tu cuerpo se recupere y descanse lo suficiente después de una actividad física intensa. El descanso adecuado es esencial para la recuperación muscular.
  2. Aplicar calor: Aplica calor en la zona afectada para mejorar la circulación sanguínea y aliviar la tensión muscular. Puedes utilizar una almohadilla térmica, una compresa caliente o darte un baño caliente.
  3. Masajes: Realizar un masaje suave en los músculos afectados puede ayudar a reducir la rigidez y promover la circulación. Puedes usar tus manos o un rodillo de espuma para masajear suavemente los músculos doloridos.
  4. Estiramientos suaves: Realiza estiramientos suaves en los músculos afectados. Los estiramientos pueden ayudar a aliviar la rigidez y mejorar la flexibilidad. Sin embargo, evita hacer estiramientos bruscos o intensos, ya que pueden empeorar las agujetas.
  5. Aplicar frío: Aplicar una compresa fría o hielo envuelto en una toalla sobre los músculos doloridos puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor. No apliques hielo directamente sobre la piel, ya que puede causar quemaduras. En su lugar, envuélvelo en una toalla antes de aplicarlo.
  6. Hidratación adecuada: Bebe suficiente agua para mantener tu cuerpo bien hidratado. La hidratación adecuada es importante para el funcionamiento óptimo de tus músculos y para facilitar la recuperación.
  7. Antiinflamatorios: Si el dolor es significativo, puedes considerar tomar analgésicos de venta libre, como ibuprofeno, para ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.

Cómo prevenir las agujetas

  • Comienza poco a poco y aumenta gradualmente la intensidad de tu entrenamiento.
  • Realiza un calentamiento adecuado antes de empezar a hacer ejercicio.
  • Incluye estiramientos dinámicos en tu calentamiento.
  • Hidrata adecuadamente antes, durante y después del ejercicio.
  • Escucha a tu cuerpo y no te excedas.
  • Si sientes agujetas, descansa y aplica hielo o calor.

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