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Sentarse en Cuclillas: Los 5 beneficios para la salud que no sabías

Posición en cuclillas (malasana)

¿Sabías que tus rodillas son más felices en cuclillas que en una silla? La paradoja de la comodidad moderna

En nuestra era de sofás ergonómicos y sillas de oficina reclinables, hemos creado un mundo donde la comodidad a menudo se traduce en sedentarismo. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que la verdadera comodidad reside en una postura que tus antepasados dominaban y que tus rodillas anhelan secretamente?

Sí, estamos hablando de sentarse en cuclillas. Esa postura que quizás asocies con niños pequeños o culturas lejanas, pero que en realidad es una posición natural y multifacética que hemos ido perdiendo en nuestra búsqueda de la «comodidad» moderna. Nuestros antepasados la utilizaban para descansar, ir al baño, trabajar, socializar e incluso dar a luz. Sin embargo, mientras nos hundimos en nuestros sillones, nuestros cuerpos pagan el precio: dolores de espalda, problemas digestivos, e incluso una reducción en nuestra esperanza de vida.

Persona trabajando en posición de cuclillas

Irónicamente, las mesas elevables, diseñadas para combatir los males del sedentarismo, son un recordatorio de que algo anda mal en nuestra forma de sentarnos. Es hora de volver a lo básico, de reconectar con una postura que fortalece nuestros músculos, mejora nuestra flexibilidad y nos alinea con nuestra naturaleza innata.

Beneficios de Sentarse en Cuclillas

Ponerse en cuclillas ofrece grandes beneficios para el sistema nervioso, el sistema parasimpático, el sistema linfático y los músculos del cuerpo, ayudando a liberar tensiones cuando estos se estiran.

1. Mejora de la Movilidad y la Flexibilidad

Sentarse en cuclillas implica flexionar las caderas, las rodillas y los tobillos, lo que ayuda a mantener y mejorar la movilidad de estas articulaciones. Al realizar esta postura regularmente, es más probable que mantengamos la flexibilidad en estas áreas, lo que puede prevenir lesiones y rigidez a medida que envejecemos.

2. Fortalecimiento de los Músculos

La postura en cuclillas activa una gran cantidad de músculos, especialmente en las piernas y el tronco. Cuanto más tiempo se mantenga esta posición, más se fortalecen los músculos cuádriceps, glúteos, gemelos y músculos estabilizadores del core. Esto no solo mejora la fuerza general, sino que también contribuye a una mejor postura y equilibrio.

Mujer meditando en cuclillas

3.Ayuda contra la diabetes y el control del peso

Ponerse en cuclillas mejora la sensibilidad a la insulina al activar los músculos y reducir la inflamación, lo que ayuda a controlar la diabetes. Además, promueve la pérdida de peso al aumentar el gasto calórico, regular las hormonas del apetito y mejorar la digestión.

3. Mejora de la Salud Digestiva

Curiosamente, sentarse en cuclillas puede favorecer la digestión. En esta posición, el ángulo del tracto intestinal es más favorable para la eliminación de desechos, lo que puede ayudar a prevenir problemas como el estreñimiento. En muchas culturas, es común adoptar esta postura durante o después de las comidas, lo que podría explicar tasas más bajas de problemas digestivos en esas poblaciones.

4. Alivio de la Tensión en la Espalda Baja

A diferencia de sentarse en una silla, que a menudo provoca tensión en la espalda baja, la postura en cuclillas distribuye el peso de manera más uniforme, lo que reduce la presión en la columna. Para aquellos que sufren de dolores de espalda, esta postura puede ofrecer un alivio natural y sin necesidad de intervenciones médicas aliviando espalda y cuello.

Mujer agachada descansando en cuclillas

5. Promueve el Enraizamiento y el Equilibrio Mental

Más allá de los beneficios físicos, sentarse en cuclillas también tiene un impacto psicológico. Al adoptar una postura más cercana al suelo, muchas personas experimentan una mayor sensación de conexión con su entorno, lo que puede promover una sensación de calma y equilibrio mental.

Niño en cuclillas

Un dato curioso es que los niños pequeños, de manera natural, se ponen en cuclillas porque es una postura innata y anatómicamente adecuada para su desarrollo. Esta posición les permite mantener el equilibrio mientras exploran el mundo a su alrededor sin causar tensión en sus articulaciones o músculos. Además, sus centros de gravedad están más bajos, lo que les facilita mantener esta postura durante largos períodos sin cansarse.

Es una muestra de cómo el cuerpo humano, desde una edad temprana, está diseñado para adoptar posturas que promueven la movilidad y el bienestar, algo que perdemos a medida que adoptamos hábitos más sedentarios.

Incorporar la postura «en cuclillas» con la técnica malasana en tu rutina diaria es sencillo. Dedica unos minutos al día, ya sea al despertar, antes de dormir, o durante pausas en el trabajo. Esto te ayudará a estirar y fortalecer los músculos, mejorar la movilidad y relajar el sistema nervioso.

Si has llegado hasta aquí, tenemos una pregunta para ti. ¿Eres capaz de ponerte en cuclillas apoyando los talones en el suelo (toda la planta del pie en contacto con el suelo) o tienes que estar de puntillas porque si apoyas los talones te caes de culo? Os leemos en comentarios.

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